El Ateneo Filarmónico (AF) nace en 2010 como iniciativa de un pequeño grupo de personas dedicadas a la música: profesores de música, directories de corales, estudiantes de canto, profesionales solistas, representantes de instituciones musicales y aficionados. 

En ausencia de una estructura jurídica, las actividades programadas por el AF se idean y organizan a partir de reuniones periódicas. La falta de una sede física facilitó una perseguida dimensión global, propia de la filarmonía. En los proyectos desarrollados participaron personas de diferentes provincias y nacionalidades.


Del AF surgió el Liceo Musical, que desde 2012 hasta 2016 organizó talleres de formación musical, vocal y escenográfica, paralelos a los proyectos del AF. Así mismo, en su seno también se creó el conjunto vocal Liber Regum, integrado por cantantes profesionales, estudiantes y aficionados.